La luz procedente de una estrella, conocida como luz blanca, es una superposición de luces de diferentes colores, las cuales presentan una longitud de onda y una frecuencia específicas. La dispersión de la luz es un fenómeno que se produce cuando un rayo de luz blanca atraviesa un medio transparente (por ejemplo un prisma) y se refracta, mostrando a la salida de éste los respectivos colores que la constituyen.
La dispersión tiene su origen en una disminución en la
velocidad de propagación de la luz cuando atraviesa el medio. Debido a que el
material absorbe y remite la luz cuya frecuencia es cercana a
la frecuencia de oscilación natural de los electrones que están
presentes en él, ésta luz se propaga un poco más despacio en comparación a luz
de frecuencias distintas. Estas variaciones en la velocidad de propagación
dependen del índice de refracción del material y hacen que la luz,
para frecuencias diferentes, se refracte de manera diferente. En el caso de una
doble refracción (como sucede en el prisma) se distinguen entonces de manera
organizada los colores que componen la luz blanca: la desviación es progresiva,
siendo mayor para frecuencias mayores (menores longitudes de onda); por lo
tanto, la luz roja es desviada de su trayectoria original en menor medida que
la luz azul.
Ejemplo:
La descomposición de la luz blanca en los
diferentes colores que la componen, data del siglo XVIII, debido al
físico, astrónomo y matemático Isaac Newton.
La luz blanca se descompone en estos colores principales:
· Rojo (el
color que sufre la menor desviación)
· Anaranjado.
· Amarillo.
· Verde.
· Azul.
· Violeta (el
color que sufre la mayor desviación)
Esto demuestra que la luz blanca está constituida por la
superposición de todos estos colores. Cada uno de los cuales sufre una
desviación distinta ya que el índice de refracción de, por ejemplo, el vidrio
es diferente para cada uno de los colores.
Si la luz de un color específico, proveniente del espectro
de la luz blanca, atravesara un prisma, esta no se descompondría en otros
colores ya que cada color que compone el espectro es un color puro
o monocromático.